Arquitectura

    Encontramos dos troncos con mucha carcoma y muy deteriorados pero estaba claro que tenían mucho que contar.
    Quitar las partes deterioradas y con carcoma, así como la corteza. Lijar, goma-laca, varias manos con sus correspondientes manos de estropajo de esparto.
    Con herramientas antiguas tratadas para eliminar el óxido, crear y componer al gusto.
    Acabado en una de las caras, con tinte y en las demás, al natural, ya que el eje central permite girar la escultura, dándole más vida.
    Desde el momento en que ví los troncos supe que lo que de ahí saliera sería para una persona que me envuelve con su sonrisa y me protege y encandila con sus abrazos, alguien que es "en el buen sentido de la palabra, bueno". Para mi hijo, Javier.

Ilusión

   Una pareja encantadora decidió emprender un camino diferente en sus vidas y me pidieron que les hiciera un llavero para la entrada. Idear, decidir y hacer, en tiempo record.
   Un trozo de madera, unos clavos, un detalle decorado pensando en ellos y una diadema como colgador y haciendo refererencia a una casa.
   Lijados, presentación de los clavos, pintura, acabado en barniz mate (por el roce de las llaves) y por último, pegar la diadema.
   Para Leire y Juanan con mucho amor.

Viaje

   Comencemos con que la idea la he visto en una cafetería preciosa. Imagino que la elaboración y el cómo estaban los objetos, se diferenciará.
   Partiendo de unas patas y una maleta antigua.
   En el caso de las patas, desmontar, lijar, selladora (varias manos) y pintar, también sus manos correspondientes, con sus lijas y demás.
   En el de la maleta, el mismo sistema, con la preocupación de que son materiales diferentes, pero al final, resultó factible.
   El acabado en ambos casos, con cera y betún de judea.
   La pintura hecha con mezcla hasta conseguir el tono deseado.
   En nada lucirá en su espacio.