Mini cocina

     Mini cocina en la buhardilla , un espacio para una persona (o más).
     Todo reciclado y aprovechando el espacio. Mesa de profe, del cole, adaptando las patas y quitando lo que sobraba, en la que se ha incorporado un fregadero que también es de segunda mano. En el lateral, una estantería para almacenamiento, que también andaba por ahí, ganchos alrededor para útiles diversos, y hasta el cubo de la basura, procedente de la carcasa de una garrafa.
      Paredes y suelo para favorecer la limpieza, con unas placas de aluminio que tenía almacenadas, para su momento, y otras de plástico.
      Si os fijáis, hay unas puertas de trasteros impresionantes, donde están alojados trastos, como debe ser, y el frigo, el congelador y la caldera.
      Su uso es diario, cómodo y agradable. Todo sirve y con pequeñas cosas se crean espacios encantadores.

Vitrinas

       Cinco o seis huecos o vitrinas en madera sin tratar y sobre una pared forrada, también, de madera. Esto pedía urgentemente aliviar esa rutina y pesadez decorativa.
       Lijar y limpiar todas las puertas. Pintar y desgastar al gusto. Acabado en dos tipos de cera, incolora y marrón, para darle un aspecto envejeido, sin pasarse.
       La tela de gallinero hubiera quedado bonita, tal cual pero el darle el toque suave de blanco, da un aire especial encantador.
       La alegría no es la misma al entrar y disfrutar de este espacio. Lindo reto. Gracias por confiar en mí y dejaros llevar, una vez más.