jueves, 5 de septiembre de 2013

En rosa






 Las sillas estaban en perfecto estado (como muchas veces, se me pasó el antes en las fotos): marrones y sin necesidad de retapizar. Nos apetecía darles otro aire y me puse a ello: lijas, pintura a manos llenas y por último decapar y acabar en barniz, por el trote que pueden tener, también muchas manos y pasadas de estopa. E l mismo tratamiento se ha dado a la mesa, salvo decapar el sobre, por cuestión de gusto. A disfrutarlo, chicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario